Parece ser que sí, que a ella lo que le toca es quedarse para vestir al santo, sin la posibilidad de tener a alguien a quien aferrarse. ¿Por qué la mayoría de las personas tienen la posibilidad de compartir algo especial con alguien? ¿Por qué ella no? Es algo que, por desgracia, nunca llegará a entender...
Hoy no hay "u" con diéresis que firme esta entrada. Esa sonrisa en estos momentos no se dibuja en su cara.
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