domingo, 23 de enero de 2011

Puras apariencias.

Nada es lo que parece. American Beauty es un magnífico ejemplo. Me parecía perfecta para mostrar mi desencanto con algo que me ha pasado en los últimos días.
Vedla.
El final es de esos que, aunque acabe de cierta manera, no hace que aflore el sentimiento de pena.

Estupenda banda sonora (Thomas Newman, todo un genio).

Ü