Pequeña Miss Sunshine es una de esas películas que te hacen sonreir.
Transmite un mensaje realmente bonito: No debes ser guapa, divina al vestir ni formar parte del rebaño en el que la sociedad se ha convertido últimamente, sino ser tú misma, disfrutar con los tuyos y dar gracias por tenerles ahí cuando los necesitas.
La película, además de esta moraleja, tiene también puntos graciosos y los actores muestran una comicidad sutil y perfecta, algo que a mí me encanta.
El momento del baile final es una gran escena, y, he de decirlo, lo he bailado con mis amigas universitarias bastantes veces, jeje.
Se lo dedico a ellas, que saben quiénes son, y a todas las Olive que hay en el mundo.
Ü
Jamás me cansaré de bailar...de cantar
ResponderEliminary sonreir ...
Y espero que tu tampoco
nunca, te lo prometo....
ResponderEliminarJamás estaremos exhaustas por bailar como locas esto. La verdad, tienes toda la razón: Olive es encantadora, y lo es todavía mucho más por ser como es y por disfrutar siéndolo.
ResponderEliminarGracias por esta primera entrada, y ya de paso, confieso que tengo un blog que ni toco.
siii?? ajajaj
ResponderEliminarMe encanta esta película jajajja hay que añadirla para el maratón xD
ResponderEliminarEl baile del final es muy bueno y cuando el policía les hace abrir el maletero donde llevan al abuelo.. xDD